En Land Rover tenemos debilidad por la aventura, y es por eso que llevamos décadas apoyando las hazañas más asombrosas. Hoy damos un paso más allá y nos convertimos en patrocinadores del equipo más importante, cuyas estrellas son animales en peligro de extinción: el oso pardo, el lince y el lobo ibérico, el águila imperial y el quebrantahuesos. Ellos son los galácticos de la fauna ibérica y, como nosotros, lo dan todo en el campo. Y te los vamos a presentar.
Oso pardo: La estrella del cantábrico
Si te hablamos del Ursus arctos arctos, seguro que piensas en un futbolista de la liga griega. Pero no, en realidad es el nombre científico del oso pardo, una de las estrellas del Equipo Fauna Ibérica. Aunque se trata de una de las especies más populares de nuestra fauna, seguro que hay muchos datos que desconocías.
Para empezar, el nombre no es del todo correcto, ya que no todos los osos son pardos. La variedad de tonalidades de esta especie es casi infinita, desde marrones oscuros y grises hasta dorados. Sin embargo, todos comparten las patas oscuras. Así que ya lo sabes, para reconocer a estos osos no te fíes de su nombre y fíjate en el color de sus patas.
Además, los osos pardos son como los equipos que juegan a la contra: tiene una mala fama injustificada. Y es que esta especie, a diferencia de los osos grizzlies americanos (no confundir con el equipo de la NBA) no son agresivos sino más bien tímidos, y prefieren evitar a los humanos. Viven en Asturias, León, Palencia, Cantabria y Lugo, y en la actualidad, según el censo de 2018, existen 38 osas y 64 crías.
Lince ibérico: La visión del equipo
El lince ibérico es uno de los animales más famosos de nuestra fauna. Se trata de un mamífero carnívoro, que se alimenta sobre todo de conejos. Y es que es un cazador excelente: gracias a una agudísima visión, es capaz de detectar un ratón a más de 70 metros de distancia. ¿Te imaginas los pases que podría dar con esa visión de juego? Pero es que con su finísimo oído puede reconocer los pasos de su presa y aproximarse a ella sigilosamente para atacarla. Con estas habilidades, ¿quién no lo querría en su equipo?
Pero, como los extremos en el fútbol moderno, los linces están en peligro. De hecho, es el felino más amenazado del mundo. Por suerte, hemos pasado de contar en la península ibérica con 100 ejemplares en 2002 a los más de 1.000 que viven en libertad actualmente. Una auténtica remontada. En la actualidad se pueden encontrar poblaciones asentadas en Portugal y en España, concretamente en Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura.
Lobo ibérico: El depredador del área
El lobo ha pasado de ser el malo de los cuentos a convertirse en un icono de la fauna salvaje de nuestro país gracias, entre otras cosas, a la campaña de protección y divulgación que llevó a cabo el mítico Félix Rodríguez de la Fuente.
De la misma forma que Messi es mucho más que un goleador, los lobos son mucho más que depredadores de la naturaleza. He aquí algunos de sus talentos: ayudan a mantener los ecosistemas sanos y en equilibrio, actúan como sanitarios de la naturaleza y resultan un imán para el turismo rural. Como el Bernabéu lo es para el turismo urbano en Madrid.
Hoy en día existen unas 300 manadas de lobos en nuestro país. Aunque se concentran sobre todo en el noroeste de España, actualmente el número de lobos está creciendo, y se están extendiendo por nuevas zonas. ¡Viva!
Águila imperial: Un fichaje de altos vuelos
Su nombre científico es Aquila adalberti, pero bien podría ser denominado como «gol de Maradona a Inglaterra» por su belleza y singularidad. Estamos hablando, claro, del águila imperial, un ave única en el mundo que solo habita en la península ibérica.
Como los guardametas cada vez que Ronaldo se acerca a su portería, los conejos están en peligro si un águila anda cerca, ya que son la base principal de su dieta junto a liebres, reptiles, peces y otras aves como palomas y urracas. Y como curiosidad, emite un sonido muy parecido al graznido del cuervo.
Hace 60 años el águila imperial estuvo cerca de desaparecer, pues apenas quedaban 30 parejas. Por suerte, gracias a los trabajos de protección y conservación de esta especie ahora existen más de 500 parejas. Viven en el suroeste de la península, en paraísos como el Parque Nacional de Doñana.
Quebrantahuesos: El revienta tibias
En todo equipo hace falta alguien que esté comprometido hasta los huesos. Y en el nuestro ese es el Gypaetus barbatus, más conocido como quebrantahuesos. Se trata de un ave carroñera que se alimenta principalmente de restos óseos. Puede pesar hasta 6 kilos y su envergadura, es decir, la distancia entre las puntas de sus alas llega a los 3 metros. Para que te hagas una idea, es medio metro mayor que el alto de una portería.
Aunque su nombre evoca a los centrales de antaño, los de «o pasa el balón o pasa el jugador, nunca los dos», en realidad la palabra quebrantahuesos viene de su forma de alimentarse: su técnica consiste en romper los huesos grandes, aquellos que no puede tragar directamente, para fraccionarlos en trozos más fáciles de digerir. Para ello, los lanza desde el aire en zonas rocosas, conocidas como «rompederos».
EL EQUIPO DETRÁS DE LAS ESTRELLAS
Pero para que estas estrellas puedan brillar, es necesario un buen número de personas que velen incansablemente por su bienestar. Por eso el Equipo Fauna Ibérica cuenta entre sus filas con los trabajadores de cuatro organizaciones dedicadas a la protección y conservación de estas especies en peligro de extinción: WWF (lince y lobo ibérico), Fundación Oso Pardo, Estación Biológica de Doñana – CSIC (águila imperial) y Fundación Quebrantahuesos. Para ayudarles en tamaña empresa, hemos cedido un Defender a cada una de estas organizaciones. No te pierdas el acto de entrega de llaves y el discurso de nuestro presidente.
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