Expertos en todoterreno de la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR) pusieron a prueba el Defender incluso antes de su lanzamiento.
Querían comprobar que la leyenda renacida estaba a la altura para apoyar el trabajo humanitario en algunas de las comunidades más inacessibles del mundo. Los especialistas de flota de la FICR obtuvieron su respuesta en Dubái.
Pusieron a prueba la conducción y comodidad del 4x4 en todo tipo de terrenos, desde las dunas del desierto hasta el asfalto sinuoso, mientras subían por la montaña más alta de los Emiratos Árabes Unidos.
El Defender superó cada prueba, para deleite de Ilir Caushaj de la FICR. Afirmó: “La Cruz Roja apoya a millones de personas en crisis cada año, trabajando en casi todos los países del mundo. Operamos en algunos de los lugares más inaccesibles del planeta, a menudo trabajando en terrenos muy difíciles, por lo que nuestros equipos tienen que ser capaces de hacer frente a cualquier cosa".
Los expertos de flota de la FICR probaron el Defender en arena suave entre las dunas ondulantes del desierto, donde el modelo prototipo no tuvo problemas frente a las empinadas subidas, las exigentes pendientes laterales y las cimas ciegas que caracterizan la conducción todoterreno en la región.
Con temperaturas superiores a los 40 °C, las horquillas de la autopista Jebel Jais fueron el siguiente destino. El Defender demostró su comodidad en carretera y su conducción ágil, superando altitudes de casi 2.000 m.
Dubái fue un destino adecuado para continuar la asociación del Defender con la Cruz Roja. La relación se remonta a 1954, cuando un Land Rover Series especialmente adaptado entró en servicio en la región como dispensario móvil.