Trabajamos en apoyo de la Cruz Roja Internacional y la Media Luna Roja para ayudar a llegar a las comunidades necesitadas afectadas por la guerra civil del Conflicto de Biafra.

Un devastador ciclón azotó Andhra Pradesh en noviembre de 1977, causando la muerte de al menos 10.000 personas. Era vital hacer llegar suministros humanitarios a las personas supervivientes. Pusimos nuestros vehículos a disposición de la Cruz Roja para ayudarles a atravesar el terreno devastado por la tormenta.

La región de Wolo, en Etiopía, fue golpeada por la sequía y una plaga de langostas.

En respuesta a un llamamiento de la Cruz Roja Etíope, se desplegó una flota de Defenders para transportar personal médico, ayudar a instalar clínicas en las zonas afectadas y entregar tres toneladas de medicamentos donados.

En cuanto se produjeron los huracanes Hanna e Ike, el Defender desempeñó un papel esencial apoyando al voluntariado local de la Cruz Roja en la evacuación y transporte de personas al hospital, distribuyendo sacos de arena, repartiendo ropa y lonas y ayudando en las tareas de limpieza.

Tras apoyar las labores de socorro durante los huracanes Gustav y Paloma el año anterior, la Cruz Roja siguió utilizando el Defender para transportar socorristas a las emergencias localizadas en toda la isla.

En colaboración con la Media Luna Roja de Tayikistán y la Cruz Roja Finlandesa, se puso en marcha un proyecto para abordar el problema de la escasez de agua potable: tan solo el 49 % de la población rural y el 55 % de las escuelas tenían acceso a agua potable.

Miles de personas recibieron formación en primeros auxilios, salud e higiene, lo que ayudó a proporcionar agua potable a 15.000 personas.

Cuando la pandemia de COVID-19 sacudió el mundo, la Cruz Roja entró en acción para ayudar a distribuir alimentos y medicinas a personas vulnerables y aisladas, transportar a pacientes a citas hospitalarias vitales y apoyar los esfuerzos de las administraciones públicas.